The MOO Crew
  • De The MOO Crew
  • 02 may 2013

¿Has decidido emprender el vuelo y abandonar la relativa seguridad de trabajar en una gran empresa para lanzarte al vacío como autónomo? ¡Fantástico! Pero... ¿Qué sucede cuando quieras dar el siguiente paso y convertir tu actividad de autónomo en una pequeña empresa con todas la de la ley?

A la hora de crear una empresa la preparación siempre es clave. Aunque ya has dado el primer paso (y el más aterrador), y has abandonado la seguridad que da trabajar en una gran compañía, crear tu propia empresa conlleva muchos más riesgos potenciales. Si ya has considerado la posibilidad de compartir proyectos con otros autónomos de confianza, quizá es hora de dar el siguiente paso. Delegar trabajo en otros es en muchas ocasiones el comienzo de una pequeña empresa.

Por eso hemos creado una guía para todos esos autónomos que se están planteando expandir su negocio y abrir una empresa. Pero antes de tomar la decisión, hay varias cuestiones que tienes que tener en cuenta:

¿Tienes la mentalidad adecuada?

No te vamos a mentir, abrir una empresa no va a ser fácil, así que necesitas estar seguro de que tu mentalidad es la adecuada para enfrentarse a los altibajos que conlleva lanzarse a esta aventura. Te va a costar mucho esfuerzo, y en las primeras etapas vas a pasarte trabajando mucho más tiempo del que trabajas ahora, especialmente en cuestiones que no tienen por qué estar relacionadas con la naturaleza de tu empresa, como tareas administrativas o de gestión de proyectos.

¿Tienes suficiente trabajo para el futuro?

Es absurdo abrir una pequeña empresa si no vas a tener suficiente trabajo para continuar, ¡y sin trabajo no hay dinero! Si no puedes garantizar que tendrás suficiente trabajo como para tener los gastos de la empresa cubiertos, quizá sea mejor seguir trabajando como autónomo hasta que tu base de clientes aumente o tu carga de trabajo sea mayor.

Es mejor no juzgar tus posibilidades basándote en las últimas semanas o el último mes. Tienes que estar seguro de que tus encargos son estables y de que no se trata solo de unos cuantos días de mucho trabajo. Sin embargo, si tienes un excedente de trabajos potenciales y ya has tenido que rechazar encargos, compartir tu trabajo con otros autónomos es una gran forma de comenzar, y como explicábamos antes, a menudo puede suponer el comienzo de tu propio imperio empresarial.

¿Has hecho planes de futuro y has considerado posibles problemas financieros?

El dinero es probablemente el factor más importante que tienes que tener en cuenta en esta etapa. Aunque hayas estado ganando un buen sueldo como autónomo, ahora tendrás que pensar en los gastos adicionales: sueldos, alquiler, facturas de agua, luz y gas, un seguro para empresas, y por supuesto cerveza y aperitivos para tus trabajadores.

Antes de tomar esta decisión, planifica tus finanzas con mucho cuidado. ¿Tienes el dinero suficiente para cubrir los gastos iniciales? ¿De dónde vas a sacar más fondos si los necesitas? ¿Qué margen de beneficios y qué gastos crees que tendrás? Al principio, plantéate contratar a otros autónomos en lugar de empezar a contratar personal por si tu presupuesto es ajustado. Este es el momento perfecto para revisar tu plan de empresa y comprobar que tienes cubierto lo básico. Sé meticuloso y realista: el principal motivo por el que fracasan las pequeñas empresas es la falta de dinero.

¿Tendrás el tiempo suficiente para formar a tus empleados?

Si has dejado tu trabajo por que no te gustaba que tus ideas se vieran comprometidas o por tener que dar explicaciones sobre ellas, piensa en cómo vas a formar a tus nuevos empleados y en cómo te van a afectar sus opiniones sobre tus ideas. Si prefieres hacer las cosas a tu manera, asegúrate de que pones en marcha procesos muy claros para que todos tus empleados los puedan leer y seguir. Recuerda que al principio puede llevar tiempo reunir una plantilla. Si vas a contratar a personas con habilidades de las que tu careces, ¡no tienes que preocuparte por formarlos!

Una vez tomes la decisión de abrir una pequeña empresa, vas a tener que:

  • - pensar en tu marca y encontrar un nombre para la empresa
  • - redactar tu plan de empresa (aquí tenemos algunos consejos para hacerlo)
  • - registrarte como empresa y preocuparte de las cuestiones legales básicas
  • - planificar tu contabilidad

Las ventajas:

  • - abrir tu propia empresa es un logro excepcional del que estar muy orgulloso
  • - puedes volver a hacer lo que te apasiona, ya sea escribir, diseñar, o dedicarte a la contabilidad, y dejar que otros se preocupen de la parte empresarial. (Sin embargo, puede que pase algún tiempo hasta que llegues a esa etapa, y solo lo conseguirás si contratas personal con ciertas habilidades).
  • - podrás conseguir esos grandes trabajos/clientes que tal vez te han ignorado por ser demasiado pequeño
  • - al contratar a más personas tendrás más talentos a tu disposición, así que podrás aceptar más trabajos y solucionar cualquier problema más fácilmente
  • - ¡puedes tomarte unas vacaciones!

Los inconvenientes:

  • - más personal = más gastos = más riesgo. Ya es bastante arriesgado ser autónomo, pero al añadir más personas a la ecuación los gastos se elevan, y con ellos los riesgos. A menos que tus ingresos aumenten puedes encontrarte con problemas
  • - de igual forma, tus responsabilidades también crecen, ya no estás solo ni dependes únicamente de ti mismo. Como sociedad limitada necesitas un contable, pagar tus impuestos, y asegurarte de que las cuestiones legales están cubiertas
  • - puede que tengas que volver al horario de 9 a 5. Se acabó lo de despertarse a mediodía y trabajar hasta que se haga de noche (a no ser que tus empleados tengan un horario similar al tuyo)
  • - habrá un montón de trabajo extra que quizá no te reporte demasiados ingresos (por lo menos al principio). Prepárate para trabajar 100 horas a la semana al principio, y no creas que vas a hacerte millonario de la noche a la mañana.
  • - el hecho de que hayas tenido éxito como autónomo no significa que una pequeña empresa te vaya a ir igual de bien. Se necesita una personalidad especial para llevar una empresa, y por desgracia no hay ninguna garantía de que vaya a funcionar.

¿Crees que prefieres seguir siendo autónomo?

Independientemente de si quieres contratar a otras personas, registrarte como sociedad limitada puede ser una buena idea para solucionar las cuestiones legales de tu trabajo como autónomo.

¿Estás dispuesto a dar el salto?

Si has decidido que quieres abrir tu propia empresa, ¿cuál es el siguiente paso? Además de redactar un plan de empresa (¡también tenemos consejos para hacerlo!), necesitas averiguar cómo vas a conseguir los fondos para hacer realidad tu sueño.

En las próximas semanas hablaremos sobre los mejores métodos para tratar con el banco y sobre los distintos caminos que puedes seguir para conseguir inversores, así que mantén los ojos bien abiertos.

¿Ya has dado el salto de ser autónomo a fundador? Nos encantaría que compartieras con nosotros los mejores consejos que te han dado y las lecciones que has ido aprendiendo por el camino. Envíanos tus Tweets con el hashtag #MOOStartupKit ¡y corre la voz!

  • From freelance to founder

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